Mensaje 5 de marzo de 2011
La mayor reserva que tiene un país son sus niños y jóvenes. El contacto con el futuro y la noción de porvenir está asociado con la juventud y la niñez. La mayor tentación de un ser es intentar proveerse de esta inocente energía para manipularla con objetivos que distarían mucho del AMOR, la UNIÓN, la solidaridad, la Armonía, y/o la hermandad. El resultado de una niñez subyugada por el miedo es la peor consecuencia que puede asumir un padre, una madre o cualquiera que tenga alguna responsabilidad en la formación del niño.
El que no sepa aprender de la niñez y la juventud el AMOR y la inocencia, terminará siendo víctima de la soberbia, la intolerancia, la maldad, y en general cualquier manifestación no amorosa que haya inculcado en los niños y jóvenes. La receta que esta lección desea aclarar es que lo que ofrezcas a las generaciones venideras es lo que recibirás de ellas en el futuro. La guerra, la delincuencia, la inseguridad, la violencia, el crimen, son practicados por aquellos que previamente la han aprendido, padecido y posteriormente asumido como parte de su vida y como elemento fundamental de su experiencia.
Las virtudes, los valores, la energía proveniente del sentir es común a todos aquellos que han recibido en su infancia y juventud la expresión del AMOR como eje fundamental de la relación niño, joven – adulto. Toda enseñanza impartida desde un escenario ajeno al AMOR crea en el niño y joven una sensación de frustración y obediencia servil que a la larga se transformará en una energía de resentimiento, odio, deseo de venganza, ira, dolor, tristeza, angustia, celos, etc, etc, etc.
La mejor de las energías, fruto de la relación sin AMOR, es la que genera en el joven sentimientos de auto destrucción a través de las enfermedades, padecimientos físicos, y dolencias agudas o crónicas. Ahora puedes entender la procedencia de niños y jóvenes enfermos, físicamente, mental y emocionalmente.
Te AMO
Jesús
canalizado por Víctor
La Respuesta Divina 