Día: 4 de julio de 2011

Te invita a sufrir
y no dudas en seguirlo,
te incita a atacar
y en el ataque elaboras tu sentencia de culpa.

Te dice que hacer
y le prestas toda la atención,
te guía desde el iluminado espacio del sentir
hasta el limitado, obtuso y veloz encuentro en tu mente.

Él llama a tu puerta
y abres presuroso,
lugar para el lamento, dudas, miedos, odios y venganzas,
acuden a tu invitación.

Seres en oscuridad, bajas frecuencias, elementos de bajos mundos,
entran en tu vida y tú estás increíblemente estático
ante semejante ataque a tu esencia divina
¿Deseas estar de nuevo en tu estancia en Dios?

El estado de libre albedrío está
en el lugar que te corresponde
en el espacio de la divina presencia
en el SER.

¡Es así!