Saltar al contenido

Día: 1 de octubre de 2012

El encuentro con tu divinidad

El anhelo de tu ser es el encontrar que nada ni nadie te puede ofrecer el especial vínculo con El Creador Dios, y es entonces tu llamado a vivenciar la especial presencia de Dios en tu vida lo que puede llegar a ser el verdadero encuentro con tu divinidad que se encuentra en tu SER , y es por esta razón que tu existencia debe ser en todo momento el especial encuentro con tu aspecto divino en tu SER y tu aspecto humano en tu relación con los que te rodean.

Bendiciones

Víctor

Acerca del maestro

El llamado a escenificar el nuevo estado de ser que te ofrezca la posibilidad de elegir una nueva vivencia, que te ofrezca la oportunidad de entender tu vida desde la perspectiva de la especial observación del mundo sin ningún ascendente que te obligue a aceptar la especial creencia de que otras personas, que desean tratar de influenciar tu vida como parte de un plan para dominar tu ser, hagan de ti un especial y obediente seguidor de otra persona.

La elegida y verificada acción de negar tu divinidad y seguir a un supuesto «maestro» iluminado, es una elección que te coloca en el especial contexto de tu llamada a ser el querido y obediente discipulo de alguien que se creyó superior e iluminado, y por esta razón se convirtió en el ser que pretende dirigir tu vida porque cree conocer el verdadero camino a la eterna PAZ que se encuentra en el cielo.

El que alguien pretenda enseñar a otros el especial trayecto que va desde la oscuridad hasta La Luz del Creador Dios , es precisamente el que no ha realizado él mismo el camino que petende enseñar a otros. El que se ubique en el espacio de los iluminados ya ser separó del resto de los mortales. El que se crea mejor, más santo, más elevado, más evolucionado, más experto o más avezado que otros, entonces esa persona ya se colocó en un sitial desde donde observa a sus Hermanos en Dios como una especial jerarquía, y debido a esto, ya no está en capacidad de atender las necesidades de los que lo rodean porque es precisamente él mismo el que requiere atención, debido a su alta y especial magistratura.

La especial entrega en el cuerpo físico nos convierte a todos y cada uno de nosotros en algo que debe ser entendido desde la especial perspectiva de la ubicación en el mismo espacio y al mismo nivel de todos nuestros Hermanos en Dios.

¡Es así!

Víctor