Acerca de tu mente II
Tu lección de vida es la que te recuerda día a día que no eres tú el que “debería” aceptar lo que tu vida te ofrece y, por el contrario, lo que te toca es buscar y luchar por obtener lo que “necesitas”…….
La gran pregunta que nunca te haces es ¿quién necesita qué? No puedes necesitar algo sin primero conocer quién eres, ¿verdad?¿Puede tu mente , que representa el ámbito de lo “conocido”, saber y conocer la naturaleza del “conocedor”?
Si el “conocedor” fuese única y exclusivamente lo “conocido”, entones estaríamos diciendo que eres tu pasado y no habría ninguna posibilidad de experimentar algo nuevo en tu vida. No podrías decir que eres lo que tu mente dice acerca de ti, porque tu mente sólo almacena lo vivido, lo conocido y lo experimentado (memorias), y por lo tanto eso representa una parte de ti pero no la totalidad.
Entonces, deberíamos decir que tu mente conoce tu pasado pero no puede ni participar en tu presente, ni ocasionar tu futuro, a pesar de poder planificar y organizar en el presente lo que quisieras llevar a cabo en él. El dilema ocurre al querer definirte a ti mismo. ¿Quién soy?, es la gran pregunta que te haces y que tu mente no puede responder. Si tu mente sólo conoce quién has sido y no sabe quién eres ¿Dónde está el concepto que define tu identidad para lograr entender, a partir de esa definición, cuáles son tus necesidades?
Olvidar que eres tú el que elegiste este vínculo con tu localización en tu mente no ayuda mucho, ya que entonces no eres consciente de tu decisión de querer que tu mente gobierne tus actos. Si tu mente es la rectora de tu vida y todavía no eres plenamente consciente de tu identidad ¿cómo puedes entonces dejarte conducir por algo (tu mente) que no sabe quién eres? ¿Adónde puede conducirte? ¿Qué puede recomendarte? ¿Qué puede cuestionar acerca de ti, si no sabe quién eres? ¿Cómo podría saber lo que te hace falta, lo que necesitas, lo que te gusta, lo que te disgusta? ¿Qué vida te espera siendo conducido por un conductor que no sabe quién eres ni adónde te diriges?
Bendiciones
Víctor