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Mes: noviembre 2012

1, 2, 3… o 3,2,1

 

 

El especial camino que una vez te  condujo desde la inocencia hasta la culpabilidad es la celosa acción que el ego realiza una y otra vez en tu vida para que no puedas recordar que eres el especial Hijo de Dios que vino a este mundo a lograr el aprendizaje necesario para poder realizar el crucial objetivo de la iluminación.

En este Nuevo tiempo, la incorporación de cada ser a este camino de la iluminación no es producto de un capricho ni de una voluntad que desea poner a prueba a todos los seres del mundo en el que habitas. Es tu necesaria, evidente y personal asignación que experimentas en el contexto de tu acción en el plano en el que habitas.

El especial encuentro con los seres que están en tu elegida existencia es para que realices el necesario y meticuloso alistamiento en el inigualable principio del AMOR. Es en ese contexto de tu elaborada y ostentosa vida que el especial renacimiento de tu vida transcurre, en el principal presente que realiza la energía primera que proviene de tu pensamiento y tu sentir.


¡Es así!

Víctor

El tributo a Krishnamurti

El hecho de estar en el elegido mundo en el que habitas, es lo que te acerca a la esmerada estancia en el íntegro estado de ser que se incorpora a la lección de la acción consciente en El Creador Dios a partir de la energía presente en el vínculo con el elaborado y especial, elegido y presente estado de SER.

La llamada que tu ser establece es la que te esclarece toda la aparente e inofensiva acción del ego en tu mente. Toda la esmerada acción tendiente a establecer una falsa identidad de tu ser, es lo que te incluye  en una incorporación en la que el sentido de tu vida pierde todo significado al oscurecer tu Luz y al presentar tu existencia como el especial y necesario estado en el que tú no eres responsable de lo que ocurre en tu entorno, siendo precisamente éste el que te limita, te oprime, se opone a ti y a tus planes; convirtiéndose así en el primer enemigo que debes vencer para llegar a ser lo que consideras que deberías ser. La mente te coloca en una posición en la que tú te opones a lo que consideras está presente en tu experiencia y esa misma mente no te toma en consideración, por ser ese entorno el que dicta las pautas y el comportamiento de todos los seres presentes en tu vida.

El cambio de mentalidad que implica ser el responsable, el principal autor de la necesaria estadía de tu ser en el plano en que te encuentras, es la que te dice que no puedes estar a merced de lo que sucede en tu entorno. El primer paso en lo que representa un cambio en la percepción comienza con el reconocimiento de que el observador es aquel que presencia el entorno y saca de él la conclusión que le sirve para entenderlo. El hecho de poder ver el mundo coloca al observador en el lugar de testigo pero al mismo tiempo forma parte del ámbito de lo observado, ya que sin su presencia todo lo demás no podría ser, ni existir y ni siquiera podría contar con alguien que lo pudiese documentar.

El observador es, por lo tanto, el ser que ve el entorno, lo traduce, lo interpreta y le da un sentido en su mente. El problema es que al entrar en su mente, el ser condiciona su visión y esta sufre la limitación que crean las creencias, las opiniones, el pasado, las memorias, los miedos, las expectativas, las ilusiones, las carencias, en fin, todo esto se convierte en un verdadero filtro que procesa la observación y la traduce en un esmerado producto que pueda ser entendido, asimilado, digerido y utilizado por el observador. El hecho de tener un observador que contiene en su mente todo un cúmulo de conocimientos, experiencias, identidad y necesidades, es lo que hace que lo observado tenga un especial sentido que muy bien podría ser completamente diferente para otro observador del mismo hecho observado.

Esta es la razón por la que el observador termina viendo sólo lo que su mente le muestra y esto no es necesariamente lo que ocurre al exterior. La percepción es el activador de todo lo que se encuentra presente en la mente del observador. De allí que podemos concluir, como bien lo dice el maestro Jiddu Krishnamurti que “el observador es lo observado”, ya que lo observado es el activador de lo que se encuentra en la mente del observador, y es ese mismo observador el que, a partir de su experiencia,  le asigna un significado un concepto, una etiqueta, una interpretación; a lo que se encuentra al exterior de él.

El ser que se integra como observador con lo observado es, por lo tanto, el ser que toma como referencia el entorno y se mira a sí mismo a través del espejo de lo que representa su ubicación, el lugar donde vive, su familia, su trabajo y sus compañeros de trabajo, sus amistades, en fin, todo el universo de sus relaciones que lo colocan frente a la realidad ineludible de que todo esto es parte de él. Es cada pieza del rompecabezas de tu existencia, el cuadro total y único de tu elegida estadía en este plano. El especial encuentro con cada pieza de tu rompecabezas es lo que te convierte en un ser que no está limitado por la frontera de su entidad física, y es el total del rompecabezas, la esfera que asume la realidad última del observador.

El hecho de poder afirmar que «el observador es lo observado», es lo que ahora nos permite ir más lejos aún al decir que tu ser es en realidad todo lo que tu observación abarca, y lo que veas es, por lo tanto, tu especial y única realidad en el presente.

¡Es así!

VÍCTOR

Elaborar tu agenda de vida

La esmerada y protectora mente te ofrece la posibilidad de elaborar tu agenda de actividades de acuerdo a prioridades, creencias, premisas; que pueden captar tu atención y convencerte de la excelsa lógica y vital razonamiento de tu querida mente. El problema es que lo que tu vida es ahora, la experiencia que estás llevando a cabo con las personas que constituyen tu entorno, es la consecuencia directa de tu brillante construcción, elaboración, evaluación e interpretación mental.

¿Por qué no eres capaz de superar tus problemas actuales, tus desdichas, tus temores, tus conflictos, tus limitaciones, tus angustias y tus enojos? Si te sientes tan inteligente, preparado, poderoso y capaz ¿será que tu mente sólo sirve para almacenar conocimientos, experiencias, memorias, destrezas, y en general lo que corresponde al conocimiento necesario para desarrollar trabajos, actividades, oficios, investigación, etc.?

Si esto es así, ¿para qué sigo intentando que mi mente me ofrezca soluciones a mi vida actual si ella sólo me remite a lo vivido, al pasado, a lo ya vivenciado? ¿Qué es lo que significa entonces mi encuentro con el presente? ¿Quién puede ofrecerme una solución si los demás también me hablan y me aconsejan desde sus pasados, sus memorias, sus experiencias, sus miedos? ¿Qué significa vivir en el presente? ¿Quién puede permitir que yo viva lo que es sin comparaciones, juicios, críticas? ¿Es mi mente o es acaso algo que no se encuentra en ella? ¿El presente es acaso pensamiento o acción? ¿Puede la mente estar en el presente o al pensar ya me conecto con el pasado?

¿Qué puede ofrecer un estado que presencia el presente sin categorizar, interpretar o comparar? ¿Qué piensas tú de todo esto? ¿Entiendes?

¡Es así!

Víctor

El encuentro con tu elección

El encuentro con tu elección es lo que significa que lo que está presente en tu existencia es tu especial y única elaboración que proviene de tu especial ubicación mental. La inigualable, estratégica y especial vinculación con tu mente es el origen de toda tu existencia, de toda tu ubicación, de todas tus relaciones, situaciones y estados corporales. Tu especial vida está construida sobre los cimientos de tus creencias, temores, conflictos, dudas, condenas; y es precisamente tu vida la que te muestra el encuentro con la especial integración de lo que piensas con lo que vives. Nada está presente en tu vida que no encaje con tu visión del mundo, nada puede estar presente en tu experiencia que no sea interpretado por ti desde el ámbito de tu ubicación mental.

La escogencia de todo lo que está presente en tu vida ha sido tuya, te pertenenece tanto como tu vida misma. Es el especial, querido y adecuado momento de revisar cada episodio, cada relación, cada lugar y cada localización de los que tienen lugar en tu experiencia, para que puedas encontrar lo que está como origen de todo lo que sucede en tu actual vivencia.

¡Es así!

Víctor

SER = esencia divina

El llamado a incluir en tu experiencia el vínculo con tu SER, es lo que transforma tu existencia para empezar una nueva vida en la que no eres tú el exagerado, único y emblemático centro de tu existencia y es el espacio que deja tu presencia constante en el elegido vínculo con tu mente lo que permite que tu SER se haga presente en tu vida.

La elaborada esencia divina que se expresa en tu experiencia en forma de intuición, visión, corazonada, audición; es lo que comienza a implantarse en tu vivencia a medida que tu esencia divina toma el lugar dejado por tu racional, lógica, esquemática y limitada acción de tu mente.

¡Es así!

Víctor