RECONOCIMIENTO
Reconocerse es entender que no eres lo que crees ser y sí lo que parece realmente inconcebible. Eres lo que puede estar más allá de todo entendimiento, de todo razonamiento y de toda ubicación, no eres lo que pretendiste hacer creer a otros y a tí misma, a tí mismo.
No eres tampoco lo que tomó como referencia un oficio, una profesión, un estado en tu entorno y tampoco eres lo que reconocías como tuyo y lo que considerabas como tu propiedad. Eres exactamente lo que no puedes ver, lo que no puedes reconocer y lo que no te atreves a pronunciar.
Eres el significado de lo posible y lo imposible, eres el día y la noche, eres la rosa y la espina y eres el tiempo y el «no tiempo». Olvida decir que eres algo definido o definitivo y podrás extender las fronteras de tu ser hasta el infinito.
Es así como comienza el verdadero reconocimiento para seguir adelante, en completa conexión con tu Verdad y con tu esencia. Eres lo que ves, eres lo que experimentas, eres aquí y allá. Eres todo y todos.
La Respuesta Divina 