Mensaje 19 de mayo de 2011
El enredo de la vida que intenta encontrar los culpables de la desdichada existencia en la que estamos sumidos es una de las entregas preferidas de nuestro gran amigo el ego. El vivir cada día la pesada cruz de los seres que han elaborado el mar de sufrimiento en donde nos encontramos, es la respuesta más inteligente que el ego nos ofrece para que pensemos que lo que arruina nuestra vida es el producto del ataque despiadado de todas aquellas personas que sólo desean nuestro aniquilamiento.
El elegido de Dios Jesús, nos ofrece la más grande lección de AMOR que es el estar conscientes de nuestra elaborada falta de fe para afrontar la vida en este plano:
La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario. Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar. Pero al instante les habló Jesús diciendo: «¡Animo!, que soy yo; no temáis.» Pedro le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir donde ti sobre las aguas.» «¡Ven!», le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús. Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó: «¡Señor, sálvame!» Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dijo: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?»
Mateo 14, 22 – 31
Te AMO
Jesús
canalizado por Víctor