La observación consciente
La observación consciente es la especial y esmerada función que el ser tiene que emprender para que pueda obtener el significado de cada episodio de su vida y entender desde su perspectiva qué efecto produce en su ser cada evento, persona, lugar, episodio, encuentro.
El objetivo de la visión u observación consciente no es la de etiquetar, juzgar, criticar, categorizar, comparar, evaluar, condenar, interpretar o traducir en palabras lo que se está sintiendo o percibiendo. La meta de la observación consciente es poder identificar tu reacción frente a los estímulos externos.
La observación te muestra como te encuentras y es en este especial ámbito que puedes detener la película de tu vida para llevar a La Luz todo lo que tu ser está experimentando al tener relación con el mundo que está alrededor de ti. El iluminado y productivo, íntegro y significativo espacio de la observación consciente te permite detener tu vida en el presente para entender cómo estás sintiendo y qué estás vivenciando en cada momento de tu experiencia. El hecho de poder ver hacia adentro es el mejor indicio de que tu ser está en capacidad de no volver al pasado y mantenerse en el presente observando que todo lo que experimenta es y será el único espacio posible para entender que lo que está afuera y lo que está en tu ser (tu mente) es único e indivisible, y por lo tanto no hay nada que separe tu pensamiento de lo que se encuentra al exterior de él.
La necesidad de fragmentar tu mente conlleva a observar al mundo de una manera fraccionada, separada, aislada y totalmente segmentada. Lo que es la unidad en ti lo representa tu ser ya que eres un solo ser, un solo cuerpo, un solo aspecto, una sola vida y una sola experiencia.
La unificación de nuestra mente a través de la observación consciente hace posible que no separemos el exterior (entorno) del interior (mente). Es así que podemos ir al encuentro del mundo con una visión única e indivisible. El llamado a ser el escenario de la observación consciente nos establece en un potencial vínculo con la especial y querida acción denominada la aceptación, pues al observar conscientemente estamos aceptando lo que nos sucede, nos rodea, nos olvida, nos confronta y nos acompaña: Nos estamos colocando en el especial ámbito de la acción en el presente, en el aquí y ahora y en el ser – SER.
¡Es así!
Víctor